miércoles, 8 de abril de 2015

Xabi Alonso, un 'kaiser' del Siglo XXI


Año 2014. El fútbol vuelve a tener marcado acento alemán después de un Mundial en Brasil en el que la máxima de Gary Lineker (el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania) vuelve a tener vigencia. A pesar de su buen rendimiento de los últimos años, entre 1990 y el presente año, la mannschaft ‘sólo’ ha conquistado tres títulos. Uno de ellos, el de la Eurocopa de 1996, llevó el sello de un sistema, el 5-3-2, que no es muy familiar para aquellos que nos hicimos adultos en la década de los 90.

Volviendo a 1996, al margen de un Bierhoff vestido de héroe inesperado, la cara de esa Alemania ganadora era Matthias Sammer. El jugador acabaría conquistando ese año el Balón de Oro, un premio que más que individual puede considerarse colectivo. Era el reconocimiento a una extirpe de jugadores que, sin el desempeño físico de los primeros años de sus carreras, habían encontrado acomodo en el puesto de líbero. El propio Sammer, Olaf Thon e incluso Mario Basler acabaron anclándose en la defensa para dar una correcta salida de balón y dirigir, desde un puesto privilegiado, a todas las líneas de su equipo.

Pero si hay un jugador que sobresalió en esa posición fue Lothar Matthaus, aquel futbolista que incluso un argentino reconoció como el mejor del mundo a pesar de estar en plena era maradoniana. La anécdota la cuenta Manolo Lama en el extraordinario libro ‘De la naranja mecánica a la mano de Dios’, escrito por Julio Maldonado ‘Maldini’ y editado por Planeta. Precisamente otro espacio relacionado con Julio Maldonado, esa joya llamada ‘Fiebre Maldini’, entrevistó al propio Matthaus, quien describía cómo se gestó ese cambio de centrocampista total a líbero.

Han pasado quince años desde que ese Bayern imponía su dictadura en la Bundesliga. El fútbol, cíclico y caprichoso, ha dictado que el club bávaro recupere su hegemonía después de sufrir varios años la rebelión de equipos como el Borussia Dortmund o el Wolfsburgo. Es el segundo episodio de la era Guardiola, y el de Santpedor que, más allá de filias y fobias, sabe de esto un rato, ha apostado por ‘fabricarse’ un nuevo káiser. Al contrario que Matthaus, Xabi Alonso juega por delante de los centrales en fase defensiva, mientras que a la hora de dar salida al balón se coloca entre los zagueros. Su lectura del juego hace que no tenga que recorrer demasiados metros a la hora de intentar recuperar el esférico, algo a lo que ayuda notablemente el hecho de jugar en un equipo tan compacto como el Bayern. En fase ofensiva, su capacidad para alternar juego en corto y en largo hace que los rivales que vengan a apretar la salida del Bayern puedan encontrarse con un balón a la espalda de sus defensas, algo que ya se vio en su debut ante el Schalke.


Casi mimetizado con el fútbol germano, podemos decir que Pep Guardiola ya cuenta con un nuevo káiser. Beckenbauer, Matthaus, Xabi, ¿Javi Martínez?… la saga continúa y no tendrá fin mientras haya futbolistas que tengan en su cabeza un decodificador privilegiado para este bendito deporte.

@franciscoquiros

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