viernes, 3 de abril de 2015

Acuerdos por Di Stefano


Hablar de Alfredo Di Stefano no es sólo hablar de fútbol, sino de un icono del siglo XX. Don Alfredo (así le llamaban los que trabajaban con él) fue, además del mejor futbolista de su época y uno de los mejores de todos los tiempos, una figura clave para entender tanto el deporte nacional actual como la España que le acogió en la década de los cincuenta.

Lejos queda en el tiempo, pero cerca en la memoria de muchos, el aterrizaje de Di Stéfano en nuestro país. Muchos creen que la locura del mercado de fichajes sólo tiene el honor de ocupar las principales portadas de periódicos y páginas web deportivas de hoy. En estos días de principio de temporada las compras, las ventas, las polémicas y las traiciones copan los titulares de la prensa especializada. Pero esto no sólo ocurre en el fútbol actual. Hace exactamente sesenta y un años se lió un buen berenjenal con el traspaso del argentino al equipo merengue.

El Real Madrid celebró en marzo de 1952 los cincuenta años de existencia del club. Uno de los partidos conmemorativos del evento tuvo como protagonista al Club Deportivo Los Millonarios de Colombia. Tanto la afición como la directiva del equipo madrileño no tardaron en fijarse en el joven delantero centro, quien había dejado Argentina tras abandonar al River Plate debido a una huelga general de jugadores. Di Stéfano huyó del país y recaló en las filas del Millonarios en 1949 pero, según lo acordado en el Pacto de Lima, el jugador debería volver a su club de origen, River Plate, en Octubre de 1954.

Alfredo Di Stefano con la camiseta del FC Barcelona
El Madrid no fue el único en mostrar interés por el delantero nacido en Barracas, Buenos Aires. El F.C. Barcelona, presidido por Enrique Martí, no podía contar con su principal figura, Kubala, por lo que pagó dos millones de pesetas por Di Stéfano al club bonaerense, pero no llegó a un acuerdo con Millonarios. Por su parte, Santiago Bernabéu y Álvaro Bustamante (Presidente y Vicepresidente respectivamente del Real Madrid)mandaron a un buque insignia del club, Raimundo Saporta, quien sí consiguió negociar con el club colombiano… pero no con el argentino. El primer asalto lo ganó el Barcelona gracias a una figura histórica del club de la Ciudad Condal: José Samitier. Samitier hizo que Di Stéfano viajara a España. Fue en Mayo de 1953. Samitier lo recogió en el aeropuerto de Barajas y, acto seguido, le llevó a Barcelona, donde hospedó a Di Stéfano y a toda su familia. Pese a que el jugador no podía participar en encuentros oficiales, sí llegó a jugar tres partidos amistosos vestido de azulgrana. Mientras el Barcelona esperaba a solucionar el fichaje de Di Stéfano, el Madrid no se quedó de brazos cruzados.

Saporta pagó 27.000 dólares a Millonarios, lo que provocó que el jugador fuese, hasta Octubre de 1954, jugador del Real Madrid. Martí estaba en un callejón sin salida al no poder llegar a un acuerdo con el presidente del club colombiano, Alfonso Senior. Además, Saporta voló hasta Barcelona, donde se entrevistó con Di Stéfano y le apoquinó su primera paga en pesetas ya que el delantero todavía no había visto, literalmente, ni un duro. Éste fue un detalle decisivo que nunca olvidaría Di Stéfano, que se sintió abandonado por el club azulgrana.

El principal obstáculo para Bernabéu y compañía seguía siendo la imposibilidad de alcanza un acuerdo con River Plate, que había cedido los derechos del jugador al F.C.Barcelona. Si todo seguía así el equipo argentino podría disponer totalmente de Di Stéfano a partir de Enero de 1955. Fue entonces cuando la FIFA intercedió en el asunto y decretó que Alfredo Di Stéfano jugaría dos temporadas en el Real Madrid (1953-54 y 1955-56) y dos en el F.C. Barcelona (1954-55 y 1956-57).

Al final Kubala se recuperó y el Barcelona perdió interés por el argentino, por lo que renunció a Di Stéfano. Samitier, quien se había convertido casi en una figura paterna para Di Stéfano, dimitió de su cargo. Pese a que las primeras sensaciones despertadas ante el respetable del club blanco no fueron muy positivas (no hay que olvidar que estuvo unos nueve meses sin jugar un partido oficial) Di Stéfano pronto empezó a escribir su propia leyenda en un club que, con él, ganó cinco Copas de Europa y nueve Ligas.


Artículo escrito por: Carlos Rodríguez

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