martes, 31 de marzo de 2015

El partido de la muerte: FC Start – Flakelf


Cada año, cuando llega septiembre se celebra una triste efeméride, en 2014 llegamos a los setenta y cinco años de la invasión nazi sobre Polonia. Creo que seria bueno recordar a un equipo de héroes ucranianos, que sacrificaron su vida para dar ánimos a una población ocupada, como era la ucraniana a principios de los años 40.

Dentro de las diversiones del pueblo ruso, destacaba una: el fútbol, que además estaba patrocinado por el Estado. Esta pasión sobre todo era patente en Ucrania, donde el equipo mas popular era el Dinamo de Kiev, que obtuvo el cuarto puesto liguero en 1938. Durante las dos siguientes temporadas, el Dinamo obtuvo peores resultados, pero eso poco importaba a la población, que vivía preocupada por una posible invasión nazi, que finalmente se produjo el 22 de junio de 1941, día en el que Hitler puso en funcionamiento la Operación Barbarroja.

Varios jugadores del Dinamo fueron reclutados primero y posteriormente llamados a combatir, como la operación diseñada por la Wehrmacht tuvo éxito en su fase inicial, Kiev cayó el 19 de septiembre de 1941. Varios de los jugadores que sobrevivieron a la invasión, fueron mandados a campos de concentración, el resto simplemente vagaba por la ciudad, buscando trabajo.

Uno de ellos, el portero Mykola Trusevych, llegó a la panadería estatal numero 3 de Kiev, buscando trabajo. La panadería estaba administrada por Iosif Kordik, ruso de origen alemán. Kordik, fanático de los deportes, le identificó enseguida, dándole trabajo como barrendero en la panadería, pero no de manera altruista, puesto que debía encontrar a sus compañeros, con el fin de formar un equipo de fútbol, encontró a siete compañeros mas que unidos a tres jugadores del Lokomotiv, dieron origen al FC Start, equipo hecho sobre las ruinas del Dinamo de Kiev.

 Los futbolistas se reunían a menudo para jugar entre ellos, aun a pesar del mal estado propio y de los campos de juego, con gran cantidad de lodo muchos de ellos, puesto que el fútbol les daba alegría. Sin embargo los propósitos de Kordik, no eran tan altruistas y generosos. Kordik formo el FC Start, con fines mercantiles, puesto que gracias a su origen, pudo ponerse en contacto con importantes mandos del régimen nazi, con el fin de venderles una serie de partidos de fútbol, ante un grupo de antiguas estrellas del balompié. Los nazis, vieron en esta posibilidad, un perfecto instrumento de propaganda de su régimen, primero para hacer llegar a todo el mundo la supremacía aria y segundo con el fin de terminar de hundir la moral de la población rusa, por lo que rápidamente accedieron a la disputa de estos partidos.

 El primero de ellos tuvo lugar el 21 de junio de 1942, lo disputó el FC Start ante el Rukh, ganando por seis goles a dos, poco a poco fueron acumulando victorias, algunas muy sonoras como la obtenida ante el PGS por seis goles a cero, dando así gran moral a la población ocupada y poniendo en jaque todas las teorías nazis, creándose además un entorno de altísima tensión en torno a la celebración de estos partidos.

Cartel publicitario de "el partido de la muerte"
El 28 de julio de 1942, nueve días antes del partido ante el Flakelf, equipo formado por soldados de élite del ejercito nazi, llego a los jugadores la orden 227 dictada por Stalin, esta se resumía fácilmente: “Ni un paso atrás”, esto subió hasta limites insospechados la tensión ambiental del partido disputado el 6 de Agosto, que acabo con victoria del FC Start por cinco goles a uno, cumpliendo con la orden de Stalin. A varios mandos alemanes se les pasó por la cabeza fusilar allí mismo a los jugadores, pero siendo conscientes de que esto les convertiría en mártires, y animarían a la población ocupada a redoblar sus esfuerzos en la lucha, con lo que concertaron una revancha a disputar tres días después en el estadio Zenit, de Kiev.



Para este segundo partido el conjunto alemán se reforzó, con jugadores profesionales traídos desde Berlín, mientras tanto en las horas previas del partido muchas voces advertían que una nueva derrota germana podría suponer castigos para el FC Start. Para asegurarse la victoria, los altos mandos nazis nombraron como árbitro, a un oficial de las SS, ya el partido comenzó con una alta tensión, el árbitro pidió a los jugadores ucranios efectuar el saludo nazi, a lo que estos respondieron gritando “Viva el deporte”, lema de los equipos soviéticos, causando la risa a los espectadores. Durante el transcurso del partido, los alemanes fueron extremadamente violentos con sus rivales, aprovechándose de la esperada permisividad arbitral, valga como ejemplo el hecho de que el Flakelf anotó el primer gol del partido con el portero ucranio en el suelo, de todas maneras ya al descanso el conjunto eslavo había dado la vuelta al luminoso. En el intervalo, oficiales alemanes bajaron al vestuario para amenazar a los jugadores del Start con la muerte si vencían el choque, en el vestuario se llegó a pensar incluso en no jugar la segunda parte, aun así el equipo salió a jugar y dejo patente su superioridad no solo en el marcador, sino sobre todo en el juego, en los últimos minutos y ya con 5-3 en el marcador, Klimenko se quedó solo delante del portero alemán, lo regateó y cuando se disponía a marcar, pateo la pelota hacia el centro del campo, esto fue muy celebrado por la afición local, que vio como el invasor nazi fue humillado.

Contrariamente a lo previsto, los alemanes no detuvieron a los jugadores ucranios ese día, incluso les dejaron jugar un partido más, pero tras el mismo, una semana después los jugadores del Start fueron detenidos por la Gestapo, acusados de colaborar con la NKVD, la policía soviética, fueron torturados cruelmente, un jugador murió a causa de las mismas, el resto fue llevado al campo de exterminio de Babi Yar, a las afueras de Kiev, allí fueron fusilados tres jugadores mas, Klimenko, Kuzmenko y Trusevych (portero y capitán del equipo).

Estos jugadores murieron haciendo lo que les gustaba, pero dieron aliento a un pueblo verdaderamente oprimido en aquella época, convirtiéndose en héroes que siempre serán recordados. Incluso hoy quien enseña una entrada de aquel partido, puede pasar gratis a ver los partidos del Dinamo de Kiev.

Artículo escrito por: @EUGENIOMATEO1

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